“FORTALEZCAN SUS CORAZONES” (St. 5,8).

Papa“La Cuaresma es sobre todo, un “tiempo de gracia” (2 Cor. 6,2). Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás…. Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia…. Esta actitud es una tentación real también para los cristianos. El Misterio de la encarnación, pasión, muerte y resurrección del Hijo de Dios abre la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra. La Iglesia mantiene abierta esta puerta con la Palabra de Dios, los sacramentos…. sin embargo el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar esta puerta”. El Papa nos propone tres reflexiones para no ser indiferentes: 1. “Si un miembro sufre, todos sufren con él” (1 Cor. 12,26). Es un tiempo para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede gracias  la Palabra de Dios y recibiendo los sacramentos. En él no hay lugar para la indiferencia”. 2. “¿Dónde está tu hermano?” (Gn. 4,9). Tenemos que unirnos a la Iglesia del cielo en la oración. Porque creando una comunión formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. Además la Iglesia, por naturaleza, es misionera y es enviada a todos los hombres. 3. “Fortalezcan sus corazones” (St. 5,8). ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por la indiferencia? Podemos orar en la comunión. Podemos ayudar con gestos de caridad. La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro. El sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos”. (Resumen del Mensaje del Papa Francisco).

Hoja de la Sierra completa del 22 de febrero: (1079) I Domingo Cuaresma

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