Domingo 2 de Febrero. Lema: “La alegría del Evangelio en la vida consagrada”
Desde 1997 en la Fiesta de la Presentación del Señor, venimos en la Iglesia celebrando esta jornada mundial, para alabar y agradecer a Dios por el don de la vida consagrada a la Iglesia y a la humanidad, para promover su conocimiento por parte de todo el Pueblo de Dios.
En este día damos gracias a Dios siempre, todos, por la Consagración bautismal, y hoy de modo singular por las Ordenes, Congregaciones, Institutos religiosos, Sociedades de Vida Apostólica, Institutos seculares, el Orden de las Vírgenes y las nuevas formas de vida consagrada.
Cada Familia religiosa ha de responder a las circunstancias de tiempo y lugar en que se encuentra la comunidad eclesial, en la que el Espíritu hace surgir una forma determinada de vida. Y ha de ser consciente de la necesidad de retorno a sus propias fuentes, para encontrar el hilo conductor que legitime su continuidad actual. La crisis actual preanuncia una nueva esperanza y exigencia a la que el Espíritu dará respuesta exacta. El Concilio Vaticano II ve la necesidad de una renovada adaptación a las cambiadas condiciones de la Iglesia y del mundo. Conviene una relectura del capítulo VI de la ”Lumen Gentium” y del “Perfectae Caritatis”: – La Vida Religiosa, es una donación de gracia de Dios concedida a su Iglesia. – Se inserta siempre en la vida y santidad de la Iglesia. – Por ser “Carisma” está en conexión con el Espíritu Santo. – Se manifiesta en una gran pluralidad de Institutos religiosos.
Hoja Completa del 2 de Febrero: _1036_ IV Domingo La Presentacion